7 Versículos que te devolverán la paz que necesitas
¡Enhorabuena has llegado hasta aquí! Sabemos que por muchos momentos es casi imposible mantener tranquilo nuestro hogar. Los hijos corren de una ladro a otro, discuten porque faltó pagar esto o aquello y ya no seguimos con más porque se trata de ayudarte, no de alborotarte más.
Ante todo, ello, la Palabra de Dios quiere hacerse presente para desatar los nudos de tus preocupaciones y lamentos, para devolverte la paz que buscas y así, la rutina que vives no sea tan pesada y puedas compartirla con tus seres queridos.
- “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12, 14)
El ejemplo se arrastra, si conservas la paz en tu corazón, serás paz para los tuyos en medio de las pruebas.
- “Engaño hay en el corazón de los que piensan mal; Pero alegría en el de los que piensan bien” (Proverbios 12,20)
Pensar en las consecuencias negativas que puede traer un problema es entendible, pero no te dejes invadir por solo es pensamiento. Apertura tu vida a la esperanza de que todo pasará menos su Palabra
- “Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo seguridad para siempre” (Isaías 32, 17)
La promesa de Dios está dada, pero todo a su tiempo, no desesperes.
- “Cuando te acuestes, no tendrás temor. Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.” (Proverbios 3, 24)
Confía en el Señor y duerme en sus brazos para mayor tranquilidad, no hay nada qué temer. Él vela tus sueños y los hace reconfortantes.
- “No os afanéis, pues diciendo: ¿Qué comeremos o qué beberemos, o qué vestiremos? (Mateo 6, 31)
La preocupación, nos ayuda a buscar soluciones, pero en exceso nos llena el corazón de angustia. Tranquilo, vive y ama el día a día y los demás déjalo a la providencia del Señor, Él es experto en hacer maravillas.
- “Moisés les contestó: No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense que el Señor va a hacer hoy para salvarnos” (Éxodo 14, 13)
Muestra una actitud de calma ante las circunstancias, el Señor obra con poder sobre sus hijos.
- “¿Por qué desesperas, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez por la salvación de su presencia” (Salmo 42, 5)
No gastes tus energías en más angustias, el Señor hoy te tiende su mano para darte la seguridad de que todo estará bien.
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