Oro una y otra vez, pero no es suficiente para sanar mi salud mental ¿Qué más puedo hacer?
Para empezar, queremos aclarar que no queremos decirte que la oración no sirve y que dejes de hacerlo, porque es obvio que no es así. No tendría sentido, porque sin la oración, no podríamos sostenernos. Pero si sientes que la oración sola ya no te basta, es momento de añadirle acción. Hoy queremos mostrarte esta realidad humana con todos sus medios, para que, de la mano de los medios espirituales, puedan obrar como Dios lo ha planeado para ti.
Queremos compartirte algunos puntos importantes que pueden ayudarte a luchar de manera más completa en lo que no entendemos cuando pasan muchas cosas por nuestra mente.
- No dudes en buscar un especialista
Si cuando tienes un malestar físico, acudes de inmediato al médico, ¿por qué cuando te duele el alma o te turba la mente no puedes ir sin prejuicios a ver a un profesional? Recuerda que el ser humano no está hecho solo de músculos y carne, por lo tanto, la mente es tan importante como el cuerpo, necesitan estar equilibrados. Lo que pasa es que nos da miedo desnudar el alma, mostrar nuestras heridas porque pensamos que ser débil es malo ante los ojos del mundo.
Y así como el cuerpo enfermo, lleva un diagnóstico para recetar el mejor tratamiento para curarlo, las terapias ayudan a controlar y mejorar nuestra forma equivocada de pensar, algunas veces acompañado por medicamentos. “¡Ay no pastillas jamás! ¿Por qué tengo que contarle mis problemas a un desconocido? ¡Eso es una pérdida de tiempo y dinero!”
Es momento de cambiar esos pensamientos. No tiene nada de malo acudir a un especialista que te ayude a cuidar de tu salud mental que es tan importante como la salud física y espiritual. El ser humano es una creación maravillosa de Dios, donde trabajan diversas partes al unísono, si una falla, arrastra esa misma hacia todo el conjunto. Y la oración no funciona si no es llevada de la mano de la acción. Si tú le pides a Dios que te ayude a mejorar tu salud mental, Él obrará a través de un profesional que Él mismo ha formado y ha puesto en tu camino para que te ayude.
- Déjate apoyar
Los amigos y la familia son el mejor apoyo porque en esa persona tan querida está distribuida la fuerza que necesitan para afrontar cualquier malestar. Pero nadie es adivino como para saber en qué momento te sientes así. Por eso pide ayuda, porque para eso están y aleja de tu mente la idea de que eres una carga, por más difícil que sea.
Entrega tu confianza a las personas que has elegido para que formen parte de tu vida, no tengas duda de que ellos están siempre atentos a hacer todo lo aparentemente imposible por verte bien, para que seas feliz. Pues cuando llegue el día que hayas sanado, alguien llegará destinado a que seas su soporte, porque será muy importante para ti, como ahora lo eres para todos tus seres queridos. El amor y la generosidad contagian.
- El poder de la sublime oración:
Si Cristo nos enseñó a orar, es porque es la mejor manera de sentirnos identificados con Él. Para que en el proceso podamos dejarnos amar, ser mirados con misericordia y llenos de valor para ir con la ayuda de un profesional, constancia para tomar a tiempo tus medicamentos y la seguridad de que todo tiene solución siempre y cuando así lo quieras. Nadie mejor que Cristo para acompañarte en cada batalla, en cada caída y cada logro obtenido. Nadie como Él para entenderlo desde el Huerto de Getsemaní, donde sufrió de hematohidrosis, a causa de una emoción profunda, de un miedo atroz porque sabía cuál sería su destino. Déjate acompañar por Dios en la fe, Él te sostendrá para cuando quieras renunciar a tus luchas.
No olvides que puedes compartir este artículo con alguna persona que pueda sentirse identificado como tú. Para que pueda saber que no está solo y que este proceso, llevado de la mano profesional y de la de Dios, puede llegar a un fin positivo. Una carga se hace más ligera si la llevas acompañado.
Comentarios
Publicar un comentario